Nadie está obligado a creer en el Evangelio. Pero que cada uno evalúe su elección de creer o no creer, y que luego pese las consecuencias. El Evangelio no ofrece una religión que sería mejor que otras, sino la certeza de ser amados por el gran Dios Salvador y ser recibidos por él, tal como somos. Él nos comunica la paz de su presencia y la firme esperanza de verle algún día ( Tomado devocional La buena semilla)
Saturday, June 5, 2010
Para pensar
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esperanza,
espiritual,
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testimonio de vida
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